jueves, 17 de septiembre de 2009

Calle General Mola

Es costumbre conocida en todas las ciudades y pueblos del mundo, el honrar a sus ciudadanos ilustres con el nombre de una calle. En Santander, es preciso reflexionar acerca de a quiénes se les dedican calles, y darse cuenta de que el Ayuntamiento de Santander viola sistemáticamente el artículo 15.1 de la Ley de Memoria Histórica, que prohibe las placas recordando a quienes formaron parte de los golpistas que iniciaron la Guerra Civil.

El General Mola fue uno de los principales responsables del golpe de Estado de julio de 1936 que desencadenó la Guerra Civil Española. En concreto, dirigió el levantamiento de Navarra, donde fue ayudado por los carlistas, deseosos de derribar al Gobierno del Frente Popular, que acababa de ganas las elecciones. Fue un asesino frío e implacable, que no renunciaba a nada para alcanzar sus fines. Por ejemplo, en la instrucción reservada nº 1, firmada por Mola en Madrid el 25 de mayo de 1936 se decía:

Se tendrá en cuenta que la acción ha de ser en extremo violenta para reducir lo antes posible al enemigo, que es fuerte y bien organizado. Desde luego, serán encarcelados todos los directivos de los partidos políticos, sociedades o sindicatos no afectos al movimiento, aplicándoles castigos ejemplares a dichos individuos para estrangular los movimientos de rebeldía o huelgas.1

El 19 de julio de 1936, iniciado el golpe, decía también Mola:


Hay que sembrar el terror... hay que dejar la sensación de dominio eliminando sin escrúpulos ni vacilación a todos los que no piensen como nosotros.2

No cabe duda de que dedicar una calle a este asesino supone una exaltación del golpe de Estado, que contraviene el artículo 15.1 de la Ley de Memoria Histórica, y por tanto la placa debe ser retirada.

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